La Clínica Universidad de Navarra lidera un estudio que ayuda a predecir la eficacia de las vacunas contra el SARS-CoV-2 en pacientes hematológicos

El estudio de los biomarcadores inmunes de estos pacientes a través de la citometría de flujo podría contribuir a predecir y mejorar la eficacia de las dosis que deben recibir


Equipo de profesionales de la Clínica Universidad de Navarra y del Cima que han participado en el estudio.
Imagen: Clínica Universidad de Navarra

25 | 01 | 2022

La Clínica Universidad de Navarra y el Cima lideran el primer estudio publicado hasta ahora que demuestra de forma inequívoca que el perfil inmune de los pacientes hematológicos es un factor determinante para la generación de anticuerpos tras la vacunación contra el SARS-CoV-2.

Existe evidencia de una menor eficacia de la vacuna contra el SARS-CoV-2 en pacientes con tumores hematológicos y, en el caso de que se produzca la infección, que ésta suele ser más severa. Ahora, gracias a la utilización de la citometría de flujo se demuestra que la inmunosupresión relacionada con el tumor y su tratamiento puede medirse en la sangre periférica, lo que actúa a modo de biomarcador, independiente de la edad, el tipo de enfermedad o tratamiento previo.

Estos marcadores inmunes amplían el abanico de factores clínico-biológicos para predecir la eficacia de las vacunas y, con ello, poder identificar los tiempos óptimos de vacunación y así tratar de mejorar su efecto protector contra las infecciones por SARS-CoV-2.

El Dr. Bruno Paiva, codirector de la Plataforma de Citometría de Flujo del Cima y coautor del estudio, señala que “en contraste con el grupo control, comprobamos que los pacientes hematológicos presentaban una desregulación inmune severa que persistía, incluso, en aquellos que ya no estaban bajo tratamiento. Es decir, no es seguro que dispongan de un sistema inmune potente capaz de generar memoria frente al COVID-19. Por eso es importante la complementariedad entre las características estándar del paciente y el estudio del perfil inmune por citometría de flujo”.

El especialista explica que “conocer el perfil inmune del paciente hematológico podría ayudar a evitar la administración recurrente de dosis que no generan inmunidad, y a que el suministro de nuevas dosis se haga en un momento en el cual la probabilidad de seroconversión es mayor.” 

El estudio ha confirmado que los pacientes con linfoma y con mieloma múltiple corren un riesgo mayor de no generar inmunidad por anticuerpos frente al COVID-19. El Dr. Paiva concluye que, “el trabajo facilita herramientas a todo aquel que quiera continuar desarrollando la línea de investigación, como las especificaciones sobre las poblaciones inmunes clave o cuál es su fenotipo para que otros puedan cuantificarlas”. 

El trabajo, desarrollado en el Cima y con la participación de varios hospitales de la Asociación Vasco-Navarra de Hematología y Hemoterapia, ha contado con la financiación de entidades públicas y privadas, entre ellas la Asociación Española contra el Cáncer y la Fundación CRIS. Asimismo, se contó con la colaboración de profesionales de la Clínica Universidad de Navarra y del propio Cima que, una vez vacunados, respondieron a la petición de voluntarios para constituir el grupo control del estudio.

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