Cuatro semanas de entrenamiento mejoran la forma física de las personas mayores en residencias durante los confinamientos
Investigadores de la UPNA, la Universidad de Murcia y CIBERFES demuestran el impacto positivo del programa VIVIFRAIL en personas entre 75 y 100 años durante la primera ola de la pandemia
04 | 03 | 2021
Texto UPNA
Cuatro semanas de participación en el programa de ejercicio físico multicomponente VIVIFRAIL son suficientes para mejorar la forma física de las personas mayores durante periodos de confinamiento domiciliario. Así lo han demostrado investigadores de la Universidad Pública de Navarra, Universidad de Murcia y el CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES), en el estudio realizado en residencias de mayores, con personas de entre 75 y 100 años, durante la primera ola de la COVID-19, de marzo a junio de 2020. El 21% de los participantes revirtió su fragilidad y el 46% logró ser autónomo en ese breve espacio de tiempo.
Este programa multicomponente e individualizado, que incluye ejercicios para la mejora de la fuerza muscular, la resistencia cardiovascular, el equilibro y la movilidad articular, dirigido por educadores físico-deportivos titulados con la supervisión del equipo sanitario de cada centro, se desarrolló durante 4 semanas. Después de este tiempo, un grupo de 12 personas completó 14 semanas más de entrenamiento y el otro (de 24) lo interrumpió durante ese plazo, debido a las medidas de confinamiento. En cada uno de estos tres periodos (inicio, tras 4 semanas y tras 18 semanas) los 36 participantes completaron una serie de test de capacidad funcional, con pruebas de equilibrio, fuerza, agilidad y velocidad de marcha.
Los resultados del estudio de la Universidad de Murcia, en colaboración con investigadores del CIBERFES y la UPNA, que ha sido publicado en JAMDA, mostraron que 4 semanas de entrenamiento fueron suficientes para apreciar mejoras significativas del 15% al 50% en todas las pruebas físicas. Estos avances fueron similares en ambos grupos pese a ser residentes de diferentes centros.
El grupo que continuó con el entrenamiento durante 14 semanas más siguió mejorando y, por el contrario, el que lo detuvo por el confinamiento vio disminuida su capacidad funcional, pero mantuvieron una mejor condición física en comparación con el estado inicial. Según explica el investigador CIBERFES-UPNA y director científico de VIVIFRAIL, Mikel Izquierdo, “estos resultados se pueden explicar debido a la gran efectividad del programa en solo 4 semanas, logrando que el 21% de los participantes revirtiera su fragilidad y que el 46% lograran ser prácticamente autónomos en ese corto plazo”.
El estudio, dentro del proyecto HEAL, constata que las mejoras en salud a corto plazo después de 4 semanas de entrenamiento supervisado e individualizado en personas frágiles de entre 75 y 100 años persisten después de 14 semanas de inactividad forzada por causa del confinamiento, evitando parcialmente el deterioro funcional severo y la pérdida de fuerza. “Estos resultados demuestran el impacto positivo y protector de las intervenciones en ejercicio agudo en residencias de mayores, y es más que recomendable introducir el programa de ejercicio físico multicomponente VIVIFRAIL en residencias y centros de cuidado, como actividad esencial para protegerlos del deterioro funcional severo como consecuencia de condiciones estrictas de confinamiento”, explica Mikel Izquierdo. Los vídeos y material del programa Vivifrail se puede descargar de manera gratuita desde la web vivifrail.com/es/documentacion/. También se pueden instalar la App Vivifrail que permite hacer un seguimiento digital del programa de ejercicios.
Sobre CIBERFES
El Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) es un consorcio dependiente del Instituto de Salud Carlos III (Ministerio de Ciencia e Innovación) y cofinanciado con fondos FEDER. El CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES). Fue creado a finales de 2016 con el objetivo de entender, evaluar y paliar, en la medida de lo posible, la fragilidad y su principal consecuencia, la discapacidad, que padecen muchas personas mayores. Los 20 grupos de investigación que lo forman, pertenecientes a 18 instituciones consorciadas, trabajan en cuatro grandes líneas de investigación: estudio de los mecanismos biológicos del envejecimiento saludable y de los que conducen a la fragilidad y la discapacidad; utilización de cohortes para el estudio de la interacción entre la enfermedad crónica, el envejecimiento y el deterioro funcional; intervenciones preventivas y terapéuticas en fragilidad y deterioro funcional; y modelos de cuidado.